Burnout: un síndrome ‘agotador’
Se ha preguntado ¿qué sucede cuando es su médico el que se estresa? ¿Quién ayuda a quien ayuda? Entre el personal médico existe el síndrome de ‘estar quemado’, por el cual psiquiatras, psicólogos, cuidadores y enfermeras ‘cuelgan la toalla’ ante situaciones de ‘agobio emocional, físico y mental’ transmitidas por sus pacientes.
Los tratamientos de rupturas de pareja, problemas económicos, adicciones, sentimientos de soledad y abandono, que muchas veces suelen ser prologados, implican una carga relacional fuerte para el especialista. Pocas son las ocasiones en que se analiza el estrés que les genera a los expertos en salud emocional y física atender casos complejos y cómo pueden mantener su propio bienestar.
Norberto Bohórquez Joya, psicólogo y director de la Fundación Centro de Psicología Clínica y de Familia ‘Anita’ –Fundanita-, explica que el Síndrome Burnout también llamado síndrome de “estar quemado” o de desgaste profesional, se considera como la fase avanzada del estrés profesional. Fue descrito por Maslach y Jackson en 1986. Es un mal invisible que afecta y repercute directamente en la calidad de vida.
Alerta a los síntomas
Con el Síndrome de Burnout la persona se derrumba a causa del cansancio psíquico o estrés que surge con la interacción social ante una rutina laboral. Esta situación se acumula durante un largo tiempo, y puede llegar a incapacitar al profesional.
El experto indica que se presenta bajo unos síntomas específicos:
Psicosomáticos: fatiga crónica, frecuentes dolores de cabeza, problemas de sueño, úlceras y otros desórdenes gastrointestinales, pérdida de peso, dolores musculares, etc.
Conductuales: ausentismo laboral, abuso de drogas (café, tabaco, alcohol, fármacos, etc.), incapacidad para vivir de forma relajada, aumento de conductas violentas.
Emocionales: irritabilidad, incapacidad de concentración, distanciamiento afectivo, depresión.
Laborales: detrimento de la capacidad de trabajo y de la calidad de los servicios que se presta a los clientes, aumento de interacciones hostiles, comunicaciones deficientes.
En esta condición, explica el doctor Bohórquez Joya, que los profesionales “sienten que ya no puede dar más de sí a los demás, se sienten desbordados por las demandas emocionales de los otros”. A la sobrecarga emocional habitualmente se suma una sobrecarga de trabajo, falta de tiempo y de actividades personales.
Tómese el tiempo para sanar
Aunque la prevención, diagnóstico y tratamiento del síndrome son complejos, existen ciertas recomendaciones que se pueden seguir:
- Cuidar de sí mismo: es conveniente entender que para atender a los demás se debe estar en condiciones, y para ello el profesional debe autocuidarse.
- Realizar un ritmo de trabajo que no sea excesivo, respetando las pausas de comida, descansos, etc.
- Decir “no” cuando se le encomienden tareas imposibles.
- Favorecer el trabajo en equipo.
- Establecer fronteras entre el trabajo y la vida privada.
- Cuidar su ambiente familiar, hacer gimnasia, masajes, relajación.
- Apoyar su vida en una red social: familia, amigos, compañeros.
- Solicitar ayuda cuando así lo requiera.
Más información
www.fundanita.com
fundanita@hotmail.com
Teléfonos: 416 89 24 – 410 99 44
Comentarios
me gustaria conocer màs ampliamente de la instituciòn del doctor norberto bohorquez joya, tengo interès en consultar para una asesorìa profesional. mil gracias. angelar Angela Rocio Velez Posso
apreciada angela. al final del artículo se encuentra la dirección electronica donde puedes tener más información y contactar el médico. Dra. Gilma E Garrido